El Valle de la Muerte es uno de esos lugares que hay que visitar algún día, a pesar de su inhospitalidad. Además del paisaje, la posibilidad relativamente alta de ver allí un prototipo secreto de algún fabricante de coches también habla en favor de ese viaje. Además de BMW, muchos otros fabricantes también prueban sus vehículos en el Valle de la Muerte, porque no encontrará condiciones mucho más extremas en casi ningún sitio.
El calor extremo y el aire seco ponen a prueba el aire acondicionado de los vehículos, pero la refrigeración del motor y de todas las unidades auxiliares también debe funcionar a la perfección, porque ningún cliente quiere quedarse tirado después con un problema técnico en un entorno así.
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Además del Valle de la Muerte, con su calor, las frías regiones de Escandinavia también forman parte del programa de pruebas fijo de todos los BMW que algún día se fabricarán en serie. Con el Centro de Pruebas Energéticas y Medioambientales EVZ, el Grupo BMW ha creado una instalación de pruebas de última generación que también puede simular de forma realista numerosas condiciones climáticas, aunque, por supuesto, esto no será posible sin realizar pruebas de conducción en un entorno real. Sin embargo, la gran ventaja del EVZ es la comparabilidad exacta, ya que los vehículos pueden encontrarse allí con condiciones idénticas tantas veces como quieran.