¿Qué son los hilos tensores?
La técnica de hilos tensores es uno de los mayores avances en medicina estética facial que se han conseguido en los últimos años. Se trata de un nuevo método de ligting para la piel de nuestro rostro cuya principal ventaja es que no necesita de cirugía gracias a la utilización de hilos intradérmicos. Por lo tanto, llevar a cabo un tratamiento con hilos tensores en nuestro rostro es una forma de realizarse un lifting sin cirugía, lo que permite conseguir un efecto más natural de rejuvenecimiento en la piel.
Para llevar a cabo esta técnica los médicos especialistas de clínica de cirugía estética en Granada Salus colocan en el rostro del paciente una serie de hilos intradérmicos. Estos hilos tensores son colocados desde la zona anterior de la oreja hasta surco que se forma justo en la parte superior del labio y la nariz y hasta el lateral de nuestro mentón. De esta forma tan sencilla los hilos tensores consiguen volver a colocar en su posición natural el pómulo lo que permite reafirmar todo el perfil de nuestro rostro y tensar la piel.
Llevar a cabo un tratamiento de hilos tensores para conseguir un efecto lifting sin cirugía en nuestro rostro es muy sencillo y no supone ninguna complicación. De hecho, una vez finalizado el tratamiento no es necesario que el paciente quede hospitalizado ya que al ser un proceso sin cirugía, no existen suturas ni posibles heridas. De hecho, solamente se realiza un punto de inyección donde debe introducirse una pequeña aguja que viene cargada con mini hilos por lo que con una simple anestesia local es más que suficiente para llevar a cabo este tratamiento.
El material con el que están fabricados estos hilos tensores, polidioxanona, es el mismo que se utiliza en las suturas cuando se produce una intervención quirúrgica por lo que hablamos de un material totalmente biocompatible. Gracias a este hilo se produce un efecto mecánico de tensión que a su vez estimula la creación de colágeno lo que consigue mejorar de forma considerable el aspecto de nuestro rostro con una piel mucho más tersa y radiante. Existen diferentes tamaños de hilos tensores lo que permite adaptarse a cada una de las zonas del rostro a tratar. Además, la recuperación del paciente es inmediata pudiendo incorporarse de forma inmediata a su día a día.