¡En la familia Renault, pido el Mégane! Tras la versión «deportiva» GT probada por Victor y la versión tope de gama dCi 130 Intens analizada por Rogelio, me he dirigido espontáneamente al nivel de entrada. Cada vez que sale al mercado un nuevo modelo, los fabricantes siempre ponen un precio que, a menudo, adolece de una cruel falta de calidad… ¡Por una vez, me ha sorprendido de verdad! ¿Quieres encontrar tu coche de ocasión en Barcelona al mejor precio? Elige el concesionario de coches de segunda mano en Barcelona Crestanevada.
Con un precio de 18.200 euros, el Mégane 4 Life TCe 100 equivale a un Clio 4 de gama media. Muy lejos de los 32.000 euros reclamados por las dos versiones antes mencionadas. Bastante alejado de la gama media, situado en torno a los 24 000 euros. ¿Qué se obtiene por este precio?
Exteriormente, su aspecto es muy similar al de sus hermanas. Claro, pierde las (bonitas) luces diurnas en forma de coma (sólo se ilumina una parte), pero al final, queda bien. La pintura está completa, la parrilla conserva su cromado, los faros antiniebla delanteros y los repetidores de los intermitentes en los retrovisores están ahí, da el cambio.
Por dentro, la misma sensación. Volante de tres radios con mandos integrados (la funda del volante ya no es de cuero sino de plástico, pero el agarre sigue siendo muy bueno), asientos acogedores (la tapicería «carbono oscuro» parece sin embargo un poco frágil), plásticos de buena calidad, ordenador de a bordo con sensor de presión de los neumáticos, aviso acústico al cruzar la línea, retrovisores regulables eléctricamente, toma USB y minijack, pero tendrás que conformarte con los elevalunas eléctricos sólo para la parte delantera.
Puedo sentirte venir… ¿Pero dónde está el lobo?… ¡Bueno, está escondido en el salpicadero! ¡Sí, aquí Renault abandona la tecnología! No hay pantalla TFT personalizable, sólo un simple medidor de aguja (por cierto, la aguja no es muy legible Sr. Renault… Afortunadamente el ODB puede mostrar la velocidad instantánea). Atrás queda la pantalla táctil de 8,7″ que mostraba multitud de parámetros e información práctica, y habrá que conformarse con una radio con pantalla monocroma (que recuerda a la de VW, por cierto) con acceso directo (y a la postre práctico) gracias a los botones que la rodean, (bienvenido) soporte Bluetooth y climatizador manual. Por supuesto, el freno de estacionamiento vuelve a ser un freno de mano y el reposabrazos central deja paso a un espacio portaobjetos al aire libre. No tiene nada de prohibitivo, estará de acuerdo.
Al final, un coche sólo se juzga conduciéndolo. ¿Qué puedo decir de este pequeño 1.2 turbo? Acoplado a una caja de cambios de 6 velocidades, este 4 cilindros es extremadamente silencioso. No hay vibraciones al ralentí, es sorprendentemente flexible, lo que va bien con la caja de cambios. En la ciudad, es una delicia. En las afueras de la ciudad ocurre lo mismo, no hay problemas que señalar, el confort de este Mégane es excelente, el motor es suficientemente silencioso y agradable de conducir. Se hace más justo en los trayectos largos, sobre todo cuando son accidentados. Es más difícil desplazarse si vas cargado (el maletero te permite plantearte irte de vacaciones con tu familia) o si vives en la montaña. Por tanto, los trayectos serán un poco más largos de lo esperado, pero no te preocupes, ¡el Mégane sigue siendo tan cómodo como siempre!
En cuanto al consumo de combustible, el sistema S&S ayuda, y acabamos con entre 7 y 8 litros a los 100 km. Hay mejores, pero hay peores. Está claro que si estabas pensando en invertir en un Clio de gama media, sin duda merece la pena considerar este Mégane. Lo mismo ocurre con el 308 de entrada de gama: con 3.000 euros menos (y sin duda algún equipamiento que conceder), ¡el Mégane TCe 100 Life podría hacerle cambiar!