Para poder defender su posición de líder del mercado en el segmento premium, BMW lanzó hace unos años la estrategia Número UNO. Uno de los objetivos de la estrategia era reducir considerablemente los costes de compra de material y, por supuesto, no debe darse la impresión de que la calidad de los vehículos se resiente con estas medidas de recorte de costes.
Mientras que vehículos como las primeras generaciones del BMW X3 (E83) y del BMW Serie 1 (E87) fueron a veces duramente criticados por la elección de los materiales y la calidad del interior, BMW ha convencido recientemente en este sentido. En el BMW X1 básico se utiliza mucho plástico duro, aparte de los mandos, pero esto es completamente normal en esta clase de vehículos. Los nuevos modelos de las clases superiores, es decir, las series 5 y 6, no dejan nada que desear y se ganan muchos elogios por su interior.
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Además del interior, las medidas de recorte de costes también afectan a la tecnología de los vehículos, pero aquí son mucho menos prominentes y, por lo que sabemos, no ha habido motivo de queja con los modelos recién introducidos. La gama de infoentretenimiento se ha ampliado constantemente en los últimos años, y BMW ha desempeñado un papel pionero aquí al menos desde la introducción de la segunda generación iDrive.
Sin embargo, ahora ya no hay que temer más medidas de recorte de costes, porque Herbert Diess, miembro del Consejo de Administración de Compras y Red de Proveedores, aseguró a Automotive News Europe que los objetivos de ahorro de unos 4.000 millones de euros ya se habían alcanzado un año antes de lo previsto y que la empresa ya no se centraría en más reducciones de costes, sino en los temas de innovación y calidad.
Gran parte del ahorro en compras se debe a un desplazamiento del volumen de compras hacia Asia. Solo desde 2009, las compras a Asia se han multiplicado por cinco, con China desempeñando, por supuesto, un papel importante. En los próximos años, la cuota de Asia en el volumen de compras se ampliará aún más.